Las primeras imágenes subacuáticas de orcas Tipo D
Un barco que regresaba de la Antártida se encuentra con una especie de orca que solo se ve en raras ocasiones.
Sobre las seis de una mañana del pasado diciembre, los altavoces de un barco que se dirigía desde la Antártida a Sudamérica emitieron un mensaje: todos los tripulantes debían salir a cubierta.
Los 148 pasajeros del barco contemplaron una imagen inusual: un grupo de esquivas orcas tipo D. Estas orcas de aspecto peculiar se han visto en raras ocasiones en los últimos 70 años y son tan diferentes de otras orcas que quizá puedan ser una especie distinta.
«Estaban jugando y parecían seguir nuestro barco... aparecían en el agua una y otra vez», recuerda Gregg Treinish, director ejecutivo de la organización sin ánimo de lucro Adventure Scientists y explorador de National Geographic.
Esa era la escena desde arriba. Mientras tanto, una cámara sumergida captó las primeras imágenes de estos misteriosos animales bajo el agua. Las imágenes grabaron a las criaturas blancas y negras flotando graciosamente en el agua, algunas de ellas moviéndose en sincronía.
El avistamiento fue fortuito, según Treinish, que señala que incluso una expedición diseñada específicamente para verlas tendría pocas posibilidades de localizar a los cetáceos. Eso se debe a que los animales suelen vivir en aguas más profundas, lejos de tierra, áreas propensas a intensos vientos y tormentas.
Orcas misteriosas
Las orcas tipo D se identificaron en 1955, cuando un grupo de orcas de aspecto peculiar aparecieron varadas en una playa neozelandesa. Sus cabezas eran más bulbosas, sus aletas dorsales más puntiagudas y sus parches oculares mucho más pequeños que los de otros miembros de su especie.
Desde entonces, los avistamientos han sido tan escasos que ni siquiera Robert Pitman, ecólogo marino del centro científico de la industria pesquera del suroeste de la NOAA y experto mundial en orcas tipo D, ha visto una en persona.
Sin embargo, ha conseguido describir sus rasgos físicos estudiando minuciosamente fotografías sacadas por marineros. Según él, las tipo D son las orcas de aspecto más distintivo entre los grupos de orcas conocidos —A, B, C y D— que moran en aguas antárticas.
Lo singular no es solo su apariencia, sino que también lo son sus genes. En 2013, Pitman formó parte de un grupo que obtuvo ADN de un esqueleto de un museo de Nueva Zelanda. Dichos resultados sugerían que los genes de las tipo D habían divergido lo bastante como para convertirla en una especie separada, pero se necesitan más especímenes para confirmar este hallazgo.