Los bonobos son capaces de mostrar empatía y ayudar a los desconocidos
Un nuevo estudio demuestra que los bonobos son increíblemente bondadosos y generosos con los desconocidos.
Los bonobos, los hippies amistosos del mundo de los primates, están dispuestos a ayudar a los demás de forma desinteresada, según informaron los investigadores de la Universidad de Duke el 7 de noviembre en la revista Scientific Reports. Esto demuestra que los humanos no somos los únicos que mostramos amabilidad hacia los desconocidos y sugiere que dicha conducta podría haberse desarrollado en nuestros parientes más cercanos dependiendo de sus necesidades sociales.
«Intentamos entender en qué son similares a lo humanos, en qué son diferentes a los humanos», afirma Jingzhi Tan, coautor del estudio.
Historia de dos pruebas
Los investigadores sabían que los bonobos compartían la comida con extraños y querían comprobar sí los simios también ayudarían a un desconocido sin obtener una recompensa a cambio.
Con simios del santuario Lola Ya Bonobo en la República Democrática del Congo, los investigadores pusieron a parejas de bonobos que no se conocían en jaulas adyacentes separadas por una verja e izaron un trozo de manzana sobre una habitación. Si el bonobo de la otra jaula trepaba por los barrotes, podía hacer que la fruta cayera en un punto donde solo el bonobo desconocido podía cogerla.
Sin esperar un incentivo o una señal, muchos de los bonobos de la primera jaula dejaban caer la fruta en la jaula del desconocido. Cuando la otra jaula estaba vacía, los bonobos tenían muchas menos probabilidades de dejar caer la fruta, lo que sugería que su motivación era ayudar a los otros bonobos.
«Si quieres ayudar, tienes que ayudar sin que te lo pidan», afirma Tan. «Ayudar a desconocidos tiene que ser algo altruista. Tiene que ser desinteresado».
La segunda parte del estudio consistía en poner a prueba cómo de consciente era esta respuesta de buenos samaritanos haciendo que un grupo de bonobos viesen vídeos cortos de otros bonobos. Los sujetos del estudio conocían a algunos de los animales que aparecían en las grabaciones, mientras que otros eran desconocidos del zoo de Columbus.
Los vídeos mostraban a los monos bostezando o poniendo expresiones neutrales, y los investigadores querían comprobar si los sujetos bostezarían como respuesta —una señal de empatía— a sus compañeros de grupo o a los monos desconocidos. El resultado: los bostezos de los monos desconocidos eran tan contagiosos como los de sus amigos.
Como Tan y el antropólogo Brian Hare ya habían estudiado el acto de compartir comida en bonobos, Tan dice que esperaban que los bonobos tuvieran interacciones amistosas con los primates desconocidos. «Cuando los dos grupos se encuentren, no serán tan agresivos como los chimpancés», afirma Tan. «De hecho, es bastante habitual que solo interactúen pacíficamente entre ellos».
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